Actualmente se presentan escenarios que nos enfrentan a ciertos desafíos en el marco del contexto actual de convergencia tecnológica. Vivimos en un momento de profundas transformaciones en los procesos de producción y circulación del conocimiento y las instituciones de enseñanza, como un espacio social más, no son ajenas a esos procesos que la reconfiguran. En este sentido es que la enseñanza necesita repensarse y las TIC ofrecen posibilidades para que ello ocurra. Los nuevos entornos tecnológicos brindan un entramado acerca de los modos en que el conocimiento se construye, se distribuye y complejiza.
Es en este contexto que debemos pensar en el aula como un espacio de encuentro con otros, en donde se pueda aprender de manera colaborativa, es decir, romper de alguna manera, la idea y práctica de la homogeneidad en el ámbito escolar.
En este sentido, las TIC permiten nuevas formas de socialización y aprendizaje que estamos experimentando conectados a la red, más que en el uso de una sofisticada herramienta tecnológica.
La tecnología expande y modifica el modo en que las
comunidades se organizan y expresan los límites y las relaciones. Cambia la
dinámica de la participación y lo que significa “estar juntos” cuando los
espacios que eligen para habitar, encontrase e interactuar están en el
ciberespacio. Es posible compartir información e ideas al mismo tiempo que los
pequeños grupos con intereses más específicos y diferenciados encuentran
maneras de generar espacios privados limitando el acceso, expresando intimidad
o privilegio. (Wenger, et. al., 2009)
Es así que como docentes tenemos mucho que hacer para promover usos más complejos y desafiantes. Ahora bien, aquí dejo algunos interrogantes que surgen de las lecturas realizadas en esta segunda semana de trabajo: ¿cómo generar una cultura de la participación? ¿de qué manera pensar y transformar la propuesta de enseñanza incorporando la tecnología en el aula? ¿las redes sociales favorecen procesos de aprendizajes profundos? ¿se aprende de manera significativa conectados en red?
Me parece importante reflexionar acerca de lo que plantea la autora Edith Litwin: “Sabemos que la enseñanza es difícilmente predecible, desarrollada en contextos siempre singulares se ve favorecida su indeterminación. Por otra parte, no nos estamos imaginando un camino pleno de artefactos. Estamos intentando integrar en la vida educativa los medios que el alumno maneja por su cuenta e integrarlos en un proceso en el que el currículo le otorgue nuevos sentidos y vitalidades. Pensamos que potencie los proyectos en los que la información y la comunicación son cruciales. Intentamos que los estudiantes tengan compañeros de clases de otros sitios que enseñen a aprender en ese espacio en el que todos somos distintos y, a la vez, todos somos iguales.”[1]
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